Titulo: Luminiscent
Autora: Pitolicious
Genero: AU, Lemon.
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Un conocerse extraño.
No tenia ni idea de cómo había llegado hasta allí.
Los acontecimientos habían pasado tan rápidamente que… ¿Qué coño hacia en una
habitación de hotel con un extraño? Todos esos pensamientos fueron empotrados
contra la misma pared que el bruto chico que había conocido lo lanzo antes de
que comenzase a besar su cuello de una manera un tanto caótica.
“Vamos a ver… Sehun.
¡Piensa!” Pero
su mente estaba completamente bloqueada, sin ser capaz de pensar en algo que no
fuera en los lascivos labios de su acompañante. “Sabía que esto pasaría pero ¿con un chico? O. O. O. O. O. O. Si-si yo
soy heterosexual. ¿Por qué coño no es una chica, A, A, A, A, A, A?”.
Un intruso dentro de sus pantalones le hizo
dar un brinco a lo que su compañero respondió mordiéndole la parte superior del
moflete, casi el ojo, arañando la carne con los dientes. Antepuso sus manos
encima del pecho del otro chico, y lo separo de él.
-Eh… No-no estoy seguro de querer hacer esto –le
confesó lo más rápido que pudo dejando que sus palabras tropezasen entre ellas.
-Pero si nos lo pasaremos bien –una excitada
risa salió de sus labios.
-No sé ni cómo te llam–
-¿Qué importa mi nombre? Yo tampoco se me el
tuyo –le corto agarrándole de los dos lados ya desabrochados de la camisa.
Estaba claro que Sehun no se lo había imaginado así. Cerró los ojos e intento
imaginarse que era una chica, una bonita chica (lo cual no era difícil de
imaginar pues el rubio era bien guapo y un tanto afeminado de cara), con sus
pechos pequeños (por desgracia), y… ¿Cómo iba a imaginarse que un chico tenia
vagina?
Espera.
¿Cómo se lo iban a montar? Por nada del mundo
quería ser él el que sufriera aquella penetración tan… tan… tan… ¿Cuáles serian
las palabras adecuadas? ¿Dolorosa y asquerosa? Al menos desde su punto de vista
heterosexual.
El rubio lo agarro con tanta violencia que
giro sobre si mismo varias veces golpeándose las piernas con la cama. Pero no cayó
sobre esta. Aunque todo el alcohol que había bebido le nublase los sentidos y
la lógica, y a esto atribuía los recientes acontecimientos, no perdió el
equilibrio. No iba tan mal. Claro que poco podía hacer cuando el mayor de los
dos se tiro sobre él como lo hacía un tigre sobre su presa.
Nunca supo como los dos solos, con lo
delgados que eran, pudieron mover la cama casi veinte centímetros de su lugar
original. Puede que al chocar contra el colchón la caída no le pareciese tan impresionante,
pero solo puede.
-Siempre me han gustado los jóvenes inexpertos
–le admitió mientras daba votes encima del miembro del pequeño, restregando su
miembro contra el suyo, gimiendo de una manera un tanto falsa. Sus gemidos no
fueron como los que salieron de la boca del castaño, que se tuvo que morder el
labio inferior y cerrar los ojos con fuerza para no volver a emitir ese sonido
que tanta vergüenza le daba. Pero solo porque era un hombre el que se los hacía
sacar de su boca.
El mayor volvió a repetir el mismo gesto
disfrutando de la sumisión del menor, sonriendo de manera satisfactoria. No
tardo en notar el tímido miembro del pequeño chocar contra los pantalones,
deseoso.
-Te va a gustar, te lo prometo –aseguro con
voz juguetona mientras se levantaba sobre sus piernas. Apoyo sus manos a cada
lado de sus caderas y con un movimiento parecido al de un gusano se dejo caer
sobre su baja parte, justo para dejar su boca sobre su entrepierna. Sin
demorarse le desabrocho la cremallera y lamio el pene por encima del bóxer, haciéndolo
latir.
Sehun intento resistirse pero las siguientes
caricias que le proporciono la lengua del mayor solo lograron que quisiera más.
Procuro relajarse un poco pero el notar el frío aire en su entrepierna no
ayudo. Gimió nuevamente al notar como su pene entraba en contacto con la
caliente boca del rubio, que succionaba y masajeaba sus testículos para ponerlo
erecto cuanto antes.
Cuando estuvo contento con su propia obra sonrió
para sí mismo y se deshizo de sus propios pantalones, dejándole ver después como
lentamente se quitaba la ropa interior de marca que llevaba puesta la cual
dejaba ver de sobra su erección.
Se sentó sobre su cadera, restregando el agujero
de su culo contra la polla del menor, mirándolo lleno de excitación. El cual le
devolvió un pequeño gesto de preocupación y nerviosismo sin llegar a creerse lo
que iba a hacer a continuación.
Mordiéndose el labio superior y echando la cabeza
hacia atrás levanto su cuerpo y agarro el pene del pequeño para colocarlo en el
sitio exacto para luego bajar su cuerpo a peso y soltar un gemido, el cual si
fue de placer y no fingido.
Comenzó a moverse lentamente al principio, intentando
acostumbrarse al intruso que tenía en el trasero pero en cuanto lo hizo miro al
pequeño a los ojos, sonriendo y siguió moviéndose en un movimiento más
desenfrenado.
Debía de admitir que el polvo fue bastante
seco y poco satisfactorio hasta que Sehun le agarro el miembro y comenzó a
masturbarle, intentando llevar el mismo ritmo que llevaba el. Se le veía torpe
pero entregado, a su manera. Soltaba gemidos cada pocos segundos, los cuales se
iban acentuando cada vez más y con los cuales dejaba de masturbarle por un
instante al no poder controlar su cuerpo. Pero rápidamente volvía a hacerlo,
aun más rápido que la anterior vez.
No paro de masturbarle incluso cuando el
mayor ya se hubo corrido en su mano y estomago. No llego a parar la mano hasta
que noto como alguien se la golpeaba y se la soltó esperando no volver a
recibir otra de esas tortas.
Abrió los ojos lentamente para mirar al más
bajo y la curiosidad corrió por sus venas al ver su gesto. Parecía estar
concentrado en la faena aunque un gesto doloroso cruzase todo su precioso
rostro.
-¡Joder! Si que tardas en correrte –murmuro
pasando la mano derecha hacia atrás. Sehun pudo sentir como un dedo se introducía
en su ano y…
Y se corrió.
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